Hay días para todo: de la tierra, del agua, de la biodiversidad, del mar, de la protección marina. Por lo que estaba claro que el snack más famoso del mundo, debía tener su momento de fama. Es por eso que hoy celebramos el día de la patata frita.
Orígenes
La patata (el tubérculo) viene de América Latina. Fueron los españoles los que lo introdujeron en Europa.
Sin embargo el que se fría tiene un origen no tan claro.
La primera mención histórica data de hace 300 años en Namur, Bélgica. Se cuenta que cuando los aldeanos se quedaron sin pescado, frieron lo primero que tuvieron a mano: las patatas. Sin embargo el historiador gastronómico francés Pierre Leclercq califica esta historia como poco probable. Para freír las patadas se necesita grasa, un recurso limitado por aquella época.
El historiador cree, como muchos otros franceses, que las primera patatas fritas fueron creadas en el siglo XVIII en el Pont Neuf, el puente más antiguo de París.
Sea cual sea su origen, el hecho es que la idea de freír las patatas caló y hoy es uno de los aperitivos más conocidos.
Patatas fritas en Jardines de Majadales
Para homenajear el Día de la Patata Frita, queremos daros un par de recetas para que probéis en casa.
Patatas fritas belgas: son conocidas por freirse en sebo, no en aceite.
- Freír a 160º hasta que floten.
- Sacarlas y dejar reposar de 5 a 10 minutos.
- Introducir de nuevo en la freidora a 180º.
De esta forma se consigue que sean cremosas por dentro y crujientes por fuera. Una vez que están hechas, se suelen colocar en un cono de papel con una salsa (normalmente es mayonesa, aunque se le pueden añadir la que prefieras). Solo en Bélgica se considera a las patatas fritas una comida y no un acompañamiento. De hecho, el país ha solicitado a la UNESCO que sea el icono oficial del patrimonio cultural belga.
Patatas fritas españolas: siendo los españoles los que trajimos el tubérculo desde Las Américas, estaba claro que teníamos que tener nuestra propia forma de cocinarlas.
- Introducirlas entre 1 y 2 horas en agua fría para quitar el almidón.
- Secarlas y cortarlas en tiras no muy finas.
- Freírlas en una freidora o en una sartén de hierro (son las mejores opciones).
- Elegir un buen aceite (Orujo de oliva o de girasol).
- Sumergir las patatas a 180º e ir haciéndolas poco a poco para que estén bien crujientes.
- Sacar cuando tengan una tonalidad marrón.
Y como no estamos en Bélica, sino en Jardines de Majadales, las podemos usar como acompañante para un pescado procedente de uno de los mercados que tenéis por la zona por ejemplo.
Sea cual sea la forma en la que hagáis las patadas, recordad que los más importante es que las disfrutéis. ¡Y si las hacéis según nuestra receta, no os olvidéis de etiquetarnos en redes: @JardinesMajadales).